Depresión

La depresión un trastorno del estado de ánimo que afecta el organismo, el ánimo y la manera de pensar, afecta la forma en que una persona come y duerme, afecta la auto-estima y la forma en que uno piensa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2020 la depresión será la segunda causa de incapacidad en el mundo sobre enfermedades como infartos, insuficiencia coronaria y accidente cerebro vascular, y en el 2000 ocupó el cuarto lugar.

En Estados Unidos de América, según el Instituto Nacional de la Salud

Mental el 9.5 % de la población es decir 18.8 millones padecen la enfermedad depresiva, y se dice que en la vida 1 de cada 20 personas llegaremos a tener un episodio depresivo de algún tipo y además en una relación de 2 a 1 mayor para las mujeres con respecto a los hombres.

Los tipos principales de depresión son: depresión mayor en donde hay manifestaciones muy cambiantes de síntomas que interfieren en la capacidad de trabajar, dormir, estudiar, comer y en el disfrute de actividades que eran placenteras; trastorno distímico es un tipo de depresión menor en donde hay síntomas más crónicos que no incapacitan pero si interfieren en el funcionamiento y bienestar de la persona; trastorno bipolar hay cambios cíclicos en el estado de ánimo, elevado o eufórico (maníaco) y el estado de ánimo bajo (depresivo) los cambios pueden darse muy rápido o paulatinamente.

Existen muchos conceptos equivocados sobre la Depresión. ¿Qué es y por qué se produce?

Anteriormente se explicó qué es y lo que puede sentir una persona en caso de tener Depresión.

Hoy les explicaré el proceso bioquímico que interviene en la Depresión.

Dentro de las funciones del cerebro, están las de regular la mente y las emociones.

No se sabe con certeza qué es lo que pasa en el cerebro para causar la

Depresión, pero participan en ello unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Gracias a ellas el cerebro envía y recibe impulsos y además participan en la regulación de las emociones.

Existen dos neurotransmisores principales que permiten al cerebro regular las emociones: la noradrenalina y la serotonina.

Los aumentos y las disminuciones en las concentraciones de estas sustancias cambian la manera como nos sentimos y la proporción entre ellas se asocia con emociones particulares.

Se sabe que si hay un desequilibrio entre los neurotransmisores puede producirse Depresión. La ciencia no sabe por qué sucede esto, pero sí que la tendencia a las sustancias a desequilibrarse es familiar.

Las experiencias traumáticas, rasgos de personalidad, ciertos fármacos, el alcoholismo o la drogadicción y las concentraciones hormonales también pueden contribuir a la aparición de la Depresión. La presencia de cualquiera de estos factores o de una combinación de varios aumenta la probabilidad de Depresión.

Con base en lo expuesto anteriormente, podemos afirmar que la Depresión es una ENFERMEDAD que afecta en lo emocional, físico, mental y social, pero que puede ser tratada con fármacos (que ayudan a restaurar el desequilibrio químico en el cerebro), psicoterapia y autoayuda.

Recuerde, siempre es importante consultar con su médico para obtener una atención temprana de su problema.

La sintomatología en los cuadros depresivos, es muy variada y además se pueden presentar varios síntomas a la vez dependiendo del grado de depresión, del tipo de depresión, incluso dependiendo del tipo de neurotransmisor (sustancia u hormona) encargada de hacer las conexiones eléctricas en el cerebro y en otras partes del cuerpo.

Así por ejemplo, puede ir desde: sentimientos de inferioridad, culpabilidad, indefenso (a), trastornos del sueño, insomnio, dormir demasiado, trastornos del apetito, cansancio, debilidad, falta de energía, desasosiego, irritabilidad, dificultad para concentrarse, no puede tomar decisiones, llanto anormal, pérdida del interés por las relaciones sexuales, pensar o hablar del suicidio, tristes (pero todos los días sin excepción) aumento o disminución de peso, distracción fácil, pérdida de la memoria transitoria, retardo psicomotor, ansiedad, pánico, fobias, comportamientos obsesivos, compulsiones, problemas para en aprendizaje nuevo, dificultad para priorizar, problemas para verbalizar por lentitud, dolores musculares, cefalea, dolores inespecíficos, sintomatología gastro-intestinal (diarrea, estreñimiento), alergias o erupciones en la piel sin causa aparente, alopecia areata etc.

Los síntomas como se puede ver, pueden ser muy variados y no significa que una persona tenga que presentar todos o un orden específico sino que puede solamente presentar algunos de ellos, la gran diferencia está en el tiempo de presentación de los síntomas, la forma en que aparecieron, el origen de los mismos, que los originó; por lo tanto cuando una persona presenta uno o varios de los aquí mencionados no quiere decir que tenga un cuadro depresivo, es por ello que siempre el mejor o más bien el diagnóstico debe ser dado por el médico previa historia clínica del paciente y analizar la sintomatología que presente.