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En esta época las enfermedades transmisibles como la diarrea, la conjuntivitis y algunas enfermedades respiratorias son las más frecuentes y además son causantes de absentismo laboral y escolar, se caracterizan por la entrada de un microorganismo a nuestro cuerpo por diversas formas: el contacto directo, por forma indirecta (con objeto inanimado, o comidas), por partículas no visibles como las producidas en el estornudo o la acción de vectores (como mosquitos).

Muchas de estas enfermedades infectocontagiosas se pueden evitar, a través de un adecuado lavado de manos con agua y jabón y modificando la forma de estornudar, buenas prácticas de higiene, algunas veces con vacunas y también consultando oportunamente al médico.

Por lo general tienen un período de incubación corto, de menos de un día y hasta cinco días, algunas de estas enfermedades son auto-limitadas y no necesariamente son enfermedades graves que pongan en peligro la vida, sin embargo todo va a depender de si existe una enfermedad concomitante o si la persona se encuentra en un estado de inmuno–supresión que podría agravar la enfermedad y comprometer la vida, también son de mucho más cuidado en las edades extremas de la vida: niños muy pequeños o personas ancianas, por lo que debemos ser más cautos cuando contemos en nuestro núcleo familiar con esta población.

Es importante que cuando exista la infección de alguna de estas enfermedades debemos tener presente algunas recomendaciones como:

  • Utilice el protocolo para toser y estornudar.
  • Lavado de manos con agua y jabón.
  • Utilizar el  alcohol en gel.
  • Abstenerse de saludar de mano o de beso.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin lavarse las manos.
  • No se auto-medique.
  • Mantenga limpio y desinfectado el equipo de oficinas, aulas y espacios comunes.
  • Consuma alimentos bien cocidos y calientes.
  • No comparta cubiertos, ni vasos.

¡La prevención es la mejor medicina!

¡Dale una mano a tu salud!