Caries dental producida por la acumulación de placa bacteriana entre las muelas, debido a lo difícil que es limpiar adecuadamente esta área. Esta lesión cariosa no es perceptible para el paciente hasta que ya está muy grande.
Infección de la encía alrededor del tercer molar incluido o parcialmente erupcionado se inflama por bacterias y restos de comida acumulados, causando dolor y sangrado en esa área. Estas infecciones pueden volverse crónicas y avanzar el hueso provocando la destrucción de éste a nivel del tercer molar, pudiéndose propagar hacia los molares, corriendo el riesgo de perderlos también.
Destrucción del segundo molar por la constante presión de la cordal en proceso de erupción puede inducir a un proceso biológico de reabsorción radicular (raíz) y de igual forma el paciente no tiene molestias hasta que es demasiado tarde.
Presionan los demás dientes causando que se muevan y se desalineen, esto es cuando las cordales no tienen espacio suficiente para su erupción en la boca.
Dolores de tipo neurálgico (nervio inflamado) causados por la mala posición de las cordales, los dolores se irradian hacia la cabeza, cara, oídos, cuello y dientes superiores o inferiores.
Los molares del juicio actúan como factor predisponente para que se presenten problemas (dolor y chasquido) en las articulaciones de la mandíbula con el cráneo.
Formación de quistes de origen dental dando como resultado una cavidad anormal en el hueso que requiera de una intervención quirúrgica para quitarlo, lo cual es poco usual, pero si sucede.
Dra. Gloriana Moya Muñoz
Odontóloga
Departamento de Salud