La higiene oral es de vital importancia no solo por una cuestión de presentación personal sino porque existe una relación estrecha entre la cavidad oral y la salud general.
En la crisis sanitaria por covid-19 se ha evidenciado la alta tasa de mortalidad en los casos de pacientes con enfermedades crónicas preexistentes y la enfermedad periodontal es una enfermedad inflamatoria crónica.
Las enfermedades de periodonto (tejido de soporte de los dientes) se caracterizan por la inflamación de la encía y pérdida de tejido conectivo (ligamento periodontal) y el hueso alrededor de las raíces de los dientes, lo que conduce a la perdida eventual del diente.
Los patógenos periodontales y sus productos, así como los mediadores inflamatorios producidos en los tejidos periodontales pueden entrar en el torrente sanguíneo, lo que contribuye al desarrollo o decadencia de enfermedades sistémicas de origen inflamatorio.
Se ha demostrado una relación bidireccional entre la enfermedad periodontal y ciertas patologías crónicas, como padecimientos cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras morbilidades inflamatorias crónicas, asimismo con otras condiciones relacionadas con el embarazo como la preclampsia, bajo peso al nacer o parto prematuro.
También la medicación contra ciertos padecimientos como la osteoporosis, el cáncer y la medicación para el manejo de las alteraciones cardiovasculares y neuropsiquiátricas, afectan la condición oral ya que alteran la cantidad y calidad de la saliva, un factor fundamental para una buena salud bucodental.
Tener conciencia de la relación tan intrínseca del estado de la salud oral con la salud sistémica crea la responsabilidad de implementar acciones orientadas a promover la salud y prevenir la enfermedad con una visión integral de la persona.
Por esta razón se recomienda:
Mantener una dieta equilibrada, basada en alimentos frescos y sanos. Evitar los alimentos procesados, altos en azúcares, sodio y grasas trans. Reducir el consumo de alcohol. Evitar el consumo de tabaco.
Aprender a examinarse el cuello, la cara, y los tejidos de la cavidad oral (dientes, encías, lengua, piso de boca debajo de la lengua, parte interna de las mejillas, labios, y paladar), conózcalos de manera que usted pueda dar aviso y consultar a un profesional en salud cuándo suceda algún cambio.
Acudir a los servicios de odontología preventivamente, siempre los tratamientos serán más eficientes y menos costosos.
Fortalecer las medidas de higiene bucal, recordando que es la acción mecánica del cepillado lo que verdaderamente elimina la placa bacteriana, causante de la inflamación. Usar hilo dental, por lo menos una vez al día, para ayudar a la eliminación de placa en los espacios interdentales.
Limpiar las prótesis dentales removibles, fijas e implantes, haciendo uso de aditamentos coadyuvantes como los cepillitos interdentales, los enhebradores entre otros que le recomiende su odontólogo.
Firma Responsable,
Dra. Gloriana Moya Muñoz
Odontóloga
Departamento de Salud
Bibliografía
Asamblea General de las Naciones Unidas. “Declaración política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles”. Resolución A/66/L1 (2011).
Borraz, Marta (18 de junio de 2018). “La OMS deja de considerar la transexualidad un trastorno mental https://www.eldiario.es/sociedad/OMS-considerar-transexualidad-enfermedad-incongruencia_0_783572396.html. eldiario.es. Consultado el 18 de junio de 2018.
Sanchez, S. (2006). RELACIÓN DE LA SALUD ORAL CON LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS EN LAS PERSONAS MAYORES: UNA REVISIÓN. Enero, 2022, de Revista USTA SALUD, Universidad de Santo Tomás Sitio web: http://revistas.ustabuca.edu.co/index.php/USTASALUD_ODONTOLOGIA/article/view/1822